La hepatitis viral afecta a alrededor de 424 millones de personas en el mundo, de las cuales 1,4 millones mueren cada año como consecuencia de la infección.
Las secuelas de esta enfermedad van desde las fallas hepáticas agudas, hasta la cirrosis y cáncer de hígado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), considera esta enfermedad como una epidemia silenciosa, ya que la mayoría de las personas que la padecen desconocen que están infectados.
Por estas estadísticas y en el marco del Día Mundial contra la Hepatitis, el 28 de julio, Roche hace un llamado a la prevención contra el cáncer de hígado, que afecta a niños y adultos a través de su iniciativa “Hepatiza”, con la que invita a la población a hacerse exámenes diagnósticos para prevenir y detectar esta enfermedad de manera temprana.
Cerca del 90 por ciento de las personas que padecen hepatitis pueden curarse si reciben el tratamiento oportuno y adecuado, contribuyendo a reducir el riesgo de muerte por causa de cáncer de hígado o cirrosis.
Roche, la compañía enfocada en la salud y cuidado personal a nivel global, advierte que algunos de los síntomas de la hepatitis en sus primeras etapas son dolor abdominal, vómitos, diarrea, ictericia, que es la coloración amarilla de piel y mucosas; así como la hinchazón en las piernas y en los tobillos.
Es por ello que recomienda, además de las vacunas en las primeras horas del nacimiento y durante los primeros años de vida, tener una buena alimentación, hacer ejercicio y disminuir el consumo de alcohol.
Sin embargo, el riesgo a contraer esta enfermedad también aumenta a consecuencia de la obesidad, de contraer diabetes tipo 2 y el consumo de drogas a través de inyecciones, a lo que se suman las transfusiones sanguíneas.
El hígado es un órgano esencial para digerir los alimentos y eliminar las sustancias tóxicas del organismo, entre los problemas que amenazan a estaparte esencial del organismo se encuentran el “hígado graso”, la hepatitis A, B, y C; la cirrosis hepática, el cáncer de hígado y las enfermedades de tipo congénito como el síndrome Dubin-Johnson y el síndrome de Gilbert.
Durante el 2020 murieron 830,180 personas en todo el mundo a causa de esta enfermedad, es por ello que es urgente “hepatizar” y luchar contra esta enfermedad a través de la prevención y tratamiento oportuno.